dissabte, 22 de juliol del 2017

La 'Operación Dinamo' de Christopher Nolan


Cuando empieza un nuevo año actualizamos nuestras agendas para ir escribiendo los estrenos de películas que más nos llaman la atención. Y en Cinezin tenemos en el calendario el que es nuestro estreno más esperado del año: la última película del director de ‘El Caballero Oscuro’, ‘Interstellar’ y ‘Origen’, Christopher Nolan. La existencia de su nuevo proyecto lo conocemos desde el año pasado y lo hemos ido siguiendo atentamente para que no se nos pasara ninguna noticia. El film se titula ‘Dunkerque’ y será su primera película bélica, la cual tratará sobre la evacuación de Dunkerque en 1940 llevada a cargo durante la ocupación nazi de países como Bélgica y, posteriormente, Francia en la llamada "lucha por el oeste" (El director Leslie Norman ya representó este acontecimiento histórico en 1958). La intención y el carácter de este artículo es explicar qué pasó exactamente en Dunkerque y acercar al cinéfilo o consumidor de cine esta dura historia desde un punto de vista histórico para que el visionado del film de Nolan sea visto con otros ojos. Así pues, vamos a empezar con qué es esto de la ‘Operación Dinamo’ de Christopher Nolan.

Mayo de 1940
Para poder entender lo que pasó en Dunkerque debemos remarcar que nos encontramos en mayo de 1940, en medio de la Segunda Guerra Mundial,  iniciada el 1 de setiembre de 1939 con la invasión de la Alemania de Adolf Hitler de Polonia. Tras unos meses de conquista en el país polaco, expediciones a Noruega y Dinamarca, los alemanes deciden dirigirse al oeste de su país para hacerse con los territorios de Países Bajos, Luxemburgo, Bélgica y la deseada Francia.

A principios de mayo de 1940, las tropas del Tercer Reich entran en sus principales objetivos y, a medida que pasan los días, van haciéndose cada vez más poderosos, entrando en Luxemburgo sin apenas resistencia y después en Holanda. El 14 de mayo, la reina de los Países Bajos deja su país y todo el gabinete político se ve obligado a dejar entrar los nazis para que controlen ya una parte de esta lucha por el oeste.

A continuación, el siguiente rival a batir es Bélgica. El ejército francés y belga empiezan unas contraofensivas para impedir que los alemanes se hagan con el territorio. Toda ofensiva aliada es perdida contra el imparable cuerpo bélico nazi que va penetrando en el país. Por suerte, llega a las costas francesas la Fuerza Expedicionaria Británica para dar más efectivos y apoyo militar. Mientras tanto, el bosque de las Ardenas empieza a ser ocupado por los nazis, quienes quieren sorprender a los aliados haciendo maniobras de distracción en el norte de Bélgica para poder entrar en una zona poco protegida y jugando con el factor sorpresa.

Pasan los días de mayo de ese lejano año de 1940 y ya estamos a día 22. El Ejército Francés y las Fuerzas Expedicionarias Británica empiezan una retirada en los puertos de Calais, Boulogne y Dunkerque con los alemanes detrás. Tras unos bombardeos decisivos en distintas ciudades el día 28, el rey Leopoldo III anuncia la capitulación de Bélgica. Ahora solo está Francia ante el terror impuesto por los soldados y generales nazis.

Dunkerque
El puerto de la localidad francesa de Dunkerque era uno de los principales lugares de embarcación de la Fuerza Expedicionaria Británica. Los días de mayo iban pasando, los alemanes estaban cada vez más cerca y las tropas aliadas más arrinconadas. Por suerte, pudieron crear un perímetro de seguridad de 50 kilómetros desde Gravelinas hasta Nieuport conformado por cañones y trincheras, así como también apoyo aéreo de la Fuerza Aérea Real Británica.

Una vez organizada esta zona protegida para poder frenar a los alemanes, era inevitable pensar en una posible evacuación en alguna de las costas francesas como solución en caso que los nazis consiguieron derrotar este perímetro defensivo. Para ello, se idearon diversos planes de fuga y el lugar escogido fue el puerto de Dunkerque.

Una vez los alemanes ganaron la batalla de Arras el día 21, se hicieron con Calais y otros lugares de Francia, y el 23 de mayo decidieron ir a Dunkerque. Sin embargo, Adolf Hitler dio la orden de detener el avance después de hablar con Hermann Goering, quien le anunció que podría evitar la posible evacuación con sus Fuerzas Aéreas Alemanas. Una pausa de 2 días supuso el momento adecuado para que John Vereker Gort, jefe de las Fuerzas Expedicionarias Británicas, decidiera iniciar la Operación Dinamo.

Operación Dinamo
El 26 de mayo de 1940 se pone en marcha la Operación Dinamo, la cual consistía en evacuar las tropas aliadas en Dunkerque aprovechando el parón alemán y que llevaría hasta el día 4 de junio el poder evacuar casi todos los soldados, más de 330.000.

Se reunieron un total de 1.000 navíos al mando de Bertram Ramsay entre los que se podían encontrar cargueros, mercantes, transatlánticos, remolcadores, veleros, pesqueros, botes de remo, barcos basura o de bomberos, yates, entre otros. Asimismo, se destinaron cuarenta destructores aliados para poder hacer frente a la ágil y potente Luftwaffe de Goering que empezó a destrozar y bombardear el puerto de Dunkerque. Sin embargo, muchos de ellos se perdieron por el camino por culpa de las minas marinas, así que tuvieron que recorrer a la ayuda voluntaria de muchos barcos civiles.

Las playas de Dunkerque se convirtieron en el foco mundial al que seguir y controlar. La idea era concentrar todas las tropas aliadas en la costa para poder sacarlas y llevárselas a Inglaterra donde, en teoría, los nazis no llegarían nunca. Como ya hemos dicho, desde el 26 de mayo al 4 de junio se vivió un clima de tensión constante en la localidad francesa, porque una vez embarcadas las tropas debían hacer frente a los aviones y submarinos alemanes.

El envío de las tropas a los barcos estaba marcado: primero los ingleses, mientras los franceses impedían el avance de los nazis, y después los galos, belgas y holandeses. Cada minuto que pasaba se perdían oportunidades de salir con vida de ahí. Más de 800 aviones de la Luftwaffe bombardearon y aniquilaron la ciudad y las playas, y los famosos ‘Stukas’ nazis hundieron un carguero francés repleto de tropas galas que murieron ahogadas, junto a otros desastres.

Al final, un total de 338.872 vidas, aproximadamente, se salvaron de los alemanes en esta evacuación de Dunkerque de entre los cuales 215.787 eran británicos y el resto franceses, belgas y holandeses. No obstante, un número de entre 30 y 40 mil soldados fueron abandonados y obligados a rendirse ante el temeroso y, hasta el momento, indestructible ejército de Adolf Hitler.


Este hecho que nos llega esta semana en los cines gracias a Christopher Nolan se debe ver desde la perspectiva de que fue un acontecimiento real, duro y una muestra de solidaridad para poder salvar tantas vidas humanas, muchas de ellas muy jóvenes. No obstante, también hay que ser conscientes que es una retirada forzosa y que, como dijo Winston Churchill, “las guerras no se ganan con evacuaciones”.

Crítica de 'Dunkerque'